¡GRACIAS!

Tras varias semanas de travesía, Buster «el Lenguas» avistaba desde la cofa la costa de Isla Tortuga, hogar de los piratas. Cansados, pero felices por todos los tesoros que albergaban en la bodega de La Dama del Sur.
El Padre Javier dirigía sus plegarias de agradecimiento al cielo, mientras acompañaba cada fraseo de un buen buche de su petaca.
El contramaestre, Louis «el Draco», no cejaba de dar órdenes a diestro y siniestro, como si en lugar de llegar a buen puerto, dispusiera a la tripulación para otra tormenta. Siempre alerta.
Desde el timón, Sergei «el Comas» tarareaba alguna melodía mientras mentalmente trataba de sumar a cuánto ascendía su parte del botín.
En el palo mayor, plegaban velas Josman «el Ermitaño», Rachel «la Nudos», Deezza «el Silencioso» y Henry «el Balas».
Franky «el Artista» limpiaba la cubierta dejándola como un joyero real, junto a sus amigos Charles “el Letras” y Jesús “Muñeca rota”.
James «el Rojo» terminaba de recoger las cartas de navegación a toda prisa.
Y el Capitán Barbacalva, solo contemplaba a su tripulación con sus brazos en jarra, mientras una leve sonrisa aparecía sobre la comisura de sus labios, pensando ya en la siguiente travesía…»

Gracias, muchísimas gracias, de corazón.

Gracias por cumplir un sueño. Gracias por descubrirme que hay grandes personas a las que todavía no conozco. Gracias por hacer posible que amigos, familia o incluso desconocidos, se sienten alrededor de una mesa, y durante un momento de su vida se conviertan en piratas; y rían, griten, salten de sus asientos y se emocionen. Gracias por navegar por todo el mundo. Gracias por ayudarme a mejorar mi juego. Gracias por dibujarme una sonrisa en mi rostro que no desaparecerá en mucho tiempo. Gracias por vuestras historias, vuestro tiempo y vuestros buenos deseos.

Gracias, gracias, gracias.

David Illescas